Hace
tiempo que quería escribir sobre este tema, lo he ido medio rodeando
en otras entradas, tratándolo de refilón, es un tema tan complejo y
a la vez tan fácil. Hace poco leí que el amor es sencillo, que
quién lo hacemos difícil somos las personas.
Mucho
o poco la mayoría tenemos la necesidad de encontrar a alguien, sea
por lo que sea: cariño, comprensión, compartir, sexo, familia...
cada uno tiene su motivo o motivos y la tecnología que sabe esto lo
ha aprovechado para crear cientos de webs o apps para encontrar
“pareja”: Badoo, Tinder, Grinder, Brenda, Meetic, Lovoo... que
pretenden ayudarnos en esta búsqueda.
Trabajemos el amor...
En
función de lo que hemos vivido, estamos más reacios o predispuestos
a darle la oportunidad a alguien a conocernos y esto se hace en
muchos casos de forma inconsciente.
Hace
unos meses me tocó un curso de 3 sesiones de Coach y como en el
resto de ámbitos de mi vida estaba bien y en crecimiento, decidí
tratar la relación de pareja. La primera sesión fue para conocerme
un poco en general y en las otras dos ya profundizamos en el tema. En
esta entrada os voy a dar ejercicios prácticos para que podáis
hacer vosotros si estáis en mi misma situación.
Mis
primeros deberes fueron pensar dos cosas:
1- ¿Cuál es mi
concepto de amor y de dónde viene?
Cada
uno tenemos un concepto de que es para nosotros el amor, de como
tiene que ser una relación y el grado de romanticismo que queremos y
éste deriva de nuestra experiencia de vida. En función de eso,
buscamos que nuestra relación sea lo más parecida posible.
La
gran mayoría puede haber aprendido el concepto de “amor en una
relación de pareja” viendo a sus padres, como se trataban,, la
comprensión y el cariño, los detalles de uno que hacían que al
otro le brillaran los ojos... pero como mi padre murió cuando yo
tenía 2 años, yo no he vivido esto en casa y lo he tenido que
buscar fuera, cuando me plantearon la pregunta empecé a pensar en
como me gustaría que me tratasen, que gestos de amor quería
recibir, como quería la relación y sin saberlo yo había aprendido
el concepto de amor en las pelis y series, yo quería un amor de
película, evidentemente esto es muy difícil y/o poco duradero,
ahora soy consciente de ello, pero no sabéis lo complicado que es
cambiar el significado de este concepto cuando durante 25 años yo he
pensado que eso era lo normal, que eso era el amor perfecto, de hecho
aún busco algo parecido, que hay películas y películas... Y como
las relaciones que he tenido no han sido muy “normales” todas
tenían parte de trama de telenovela, no sé como me lo monto pero he
tenido cada historia...
2- ¿Como han sido mis
relaciones anteriores? ¿he encontrado alguna vez lo que buscaba?
Yo
de un tiempo para aquí decía que no me gustaba nadie, le sacaba
defectos a todos los tíos, cualquier cosa era valida para
descalificarlos: las gafas, la barba, no es mi tipo, muchos músculos,
demasiado guapo para mi... si, si hasta los que a mi me parecían muy
guapos los descartaba. Esto no podía ser normal, así que hice un
ejercicio super útil para esto.
Lo
primero, pensar en mis relaciones anteriores, no tengo un trauma con
ellas, no me han tratado fatal en ninguna, pero tampoco ha sido lo
que yo buscaba en ningún caso, a veces yo misma obviaba cosas, me
las negaba para que funcionase, pero al final acababa saliendo.
Lo
segundo pensar si he conocido alguna vez a algún chico que me
gustase, y la verdad es que sí, que ha habido tíos que han sido
100% mi prototipo, tenían todo lo que yo buscaba, que no ha sido
correspondido pero, sé que los chicos que yo busco existen que ya es
un paso.
¿Qué quieres en una
relación?
Después
tenía que concretar que busco, así que tuve que hacer 3 listas, una
con lo que espero yo de mi pareja, características que tiene que
tener un chico para que me guste, después una lista con lo que
espero que tenga la relación en si y después lo que yo voy a
aportar a esta. Cuando ya lo tenía tuve que decidir entre dos
características imprescindibles que tendría que tener la otra
persona y si no tiene esas dos, sé que no va a funcionar y coger dos
que tiene que tener la relación si o si, si no lo mismo. Tras el
ejercicio a parte de saber que es lo que busco y lo más importante
para mi, me di cuenta que lo que yo busco para una relación no lo
puedo ver en el físico, necesito conocer a la persona.
Así
que, sabiendo esto, tengo que abrir mi mente y mi corazón y si busco
a una persona, tengo que conocerla, si no no voy a saber si tiene lo
que busco. Además ya lo dije en otra entrada de este blog, yo soy
sapiosexual, es decir que me enamoro de la mente de las personas, si
de una persona me atrae su forma de ser y su forma de pensar puedo
verlo más guapo, en cambio a un chico muy guapo si es “tonto”
pues... no hay más que hacer, la belleza no compensa.
La
coach también me dijo algo que yo ya sabía, pero que me confirmó,
yo busco alguien igual que yo, eso de los polos opuestos se atraen
conmigo no funciona.
Prejuicios y complejos
Hablando
con la coach también se dio cuenta que había como “dos yo” una
era mi físico y otra mi cabeza. Soy una persona con mucha confianza
encantada con mis capacidades y mi forma de ser y de pensar, pero que
igual tengo más reticencias con mi físico y algún que otro
complejo con mi cuerpo. Así que aquí encontramos otro gran camino
en el que poder trabajar, ya que si un tío me entra por mi físico
doy un paso atrás por que creo que va a lo que va y no me valora por
como soy, pero si me entra por que le gusta como soy le dejo cancha
pero, me da miedo que no le guste físicamente. Un drama ¡vamos!
Relacionado
con esto me di cuenta que tengo tantos amigos gays y me llevo tan
bien con ellos, porque con ellos soy 100% yo, les doy cariño y me
muestro tal cual sin barreras, supongo que si con el resto de tíos
fuese 100% yo y me dejara conocer, quizás los conocería mejor y
podría conocerlos y llegar a enamorarme.
Además
me di cuenta que físicamente a mi me gustan los chicos con “cara
de niño”, que sean bonitos de cara, así monos y el cuerpo me da
más igual, y en lo primero que me fijo es en los ojos: color, forma,
mirada, brillo... y esto me hace un poco de espejo ya que creo que yo
puedo ser más mona de cara, tengo los ojos bonitos pero no me gusta
mi cuerpo...
Por último...
Hice
el ejercicio de las 3 paradas:
1ª
parada: ¿De dónde vengo?
Escribir
como estaba antes, que sentía, porqué estaba así...
2ª
parada: ¿Cómo estoy ahora?
Escribir
en qué momento me encuentro, cómo me siento, qué camino quiero
tomar...
3ª parada: ¿Cómo quieres acabar?
Escribir
dónde quiero llegar, cómo quiero encontrarme...
Espero
haberos ayudado con algunos de los ejercicios para resolver alguna
duda amorosa que tengáis, para pensar dónde estáis, qué
queréis... yo creo que el AMOR mueve el mundo, es el motor de la
vida y hay que luchar por él.